2:00 Am

Sumergida en el mar de los recuerdos que creamos siendo una sola alma era la pesadilla perfecta en la que me encontraba.

Las noches inmensamente negras dónde el reloj daba las 2:00 am me hallaba en la realidad dónde tu hermosa sonrisa ya no era existente.

El mundo no conocía centímetro a centimetro de tu piel, no conocía hasta tu más profundo miedo, no estaba consciente de la delicadeza de tus labios, no sabían de lo terriblemente mal que era despertar de un sueño dónde tu presencia ya hacía a miles de kilómetros de la mía.

Nos amamos en cuestiones de segundos y en esos mismos segundos sólo vi como tu sombra desaparecía en el atardecer.

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